Hola a Tod@s!
Después de digerir los resultados electorales del domingo, demos un paso al frente y opinemos sobre el tema.
Pueees... la verdad es que habría que decir como aquél diputado tránsfuga de Coalición Galega, que una vez derrocado por una moción de censura nuestro inolvidable Gerardo Fernández Albor (a.k.a.) "o Merendiñas", se subió a la tribuna del extinto Parlamento de Fonseca y explicó lo sucedido con un "Señorías, pasou o que pasou". Toma Ya: ni ríos de tinta, ni mares de saliva, ni kilómetros de cinta VHS-Beta ó terabytes de memoria en dijco duro. No se puede decir ni más alto ni más claro. Y eso fué lo que pasó el domingo: ni más ni menos.
Suscribo a pies juntillas lo que dijo aquí al lado mi estimado veciño de blog, animalinho: la gran paradoja gallega. Un PP que gana las elecciones con prácticamente los mismos votos totales que hace cuatro años, con una participación récord en porcentaje (no en números totales, puesto que hubo casi 60.000 votos menos a falta del voto emigrante), un Bloque al que le dieron la espalda casi la misma suma de los votos que crecieron Terra Galega con el ex-alcalde de Narón Xoán Gato, EU-IU y UPyD y un PSOE al que parece que se le se le quedaron en casa entre 55-60.000 votantes defraudados. Y al final, casi el mismo número de votantes iguales a menos censo: luego, la participación subió... si esto no es una paradoja y de las gordas, que venga Dios y lo vea.
A mí todo esto me da que pensar que aquí no ha habido una victoria electoral del PP: más bien lo que ha habido es un descalabro del bipartito. ¿Por qué? pues por muchas y muy variadas razones:
a) la política linguística: no voy a entrar en si las intenciones de los entonces gobernantes eran lo que se pretendía, o si los que gobernaban no quisieron, no supieron o no pudieron explicar/aplicar una política que supuso un rechazo frontal por una gran parte de la sociedad de Galicia (no hay más que ver las más de 100.000 firmas recaudadas por Galicia Bilingüe).
b) la Ley de Dependencia: su prácticamente nulo incumplimiento ha provocado un amplio rechazo en gran parte de la tercera edad, un colectivo muy sensible a sus problemas y que al primer incumplimiento total o parcial de una promesa te da la espalda y en masa.
c) la Sanidad: en este punto, el tema de las listas de espera ha sido para mucha gente la gota que ha colmado el vaso, y más en un país con un nivel de envejecimiento de la población tan enorme como en Galicia, y la imagen que se ha querido dar en los anuncios del PSOE en la campaña electoral de que las listas de espera se habían reducido notablemente, ha irritado y molestado a mucha gente.
d) la sensación y/o realidad de que no ha habido un sólo Gobierno, si no dos: ya en esta rincón de internet y el el anterior post, al que os remito, he explicado los dimes y diretes de una Xunta autista de puertas para adentro y para afuera, sin relación y/o conexión entre los Departamentos regidos por ambos partidos políticos.
e) el nulo gobierno de los tres primeros años de legislatura, en los que el bipartito, y en especial el BNG se ha preocupado más en una estúpida búsqueda de papeles para ver de meter mano a todo bicho viviente responsable de la anterior Xunta de Fraga de jefe de negociado para arriba.
f) la marginación de muchos y muy buenos profesionales dentro de la Xunta por un estúpido afán revanchista y la suficiencia de creerse sabedor de la verdad suprema, y al final tener que contratar asesores exteriores como prestigiosos bufetes y minutas millonarios, cuando en la propia Xunta hay profesionales que pudieron realizar dicha labor sin más coste que el de su propio sueldo.
g) la nula capacidad de mando demostrada por un Touriño más preocupado en no molestar a sus socios de gobierno y sobre todo a Pepiño Blanco (y a él menos que a nadie, por Dios!), más que en mandar, gobernar y de vez en cuando dar un puñetazo en la mesa, con independencia de lo que haya costado la susodicha mesa.
h) la crisis económica y la más que falsa percepción que son los gobiernos de derechas los que sacan a los países de las crisis y los colocan en buena situación, como mucha gente cree que pasó con el gobierno de Aznar y su déficit cero: es innegable que aquella fué una buena gestión, pero a un coste que ahora vemos con la venta de los "campeones nacionales" a empresas extranjeras (Endesa, AUDASA y la AP-9, etc.)
i) la DESASTROSA campaña electoral hecha por ambos partidos, en especial por el PSOE, que en casi ninguno de sus mitines fué capaz de llenar los aforos de los recintos en los que se celebraban, y para muestra un botón: yo no recuerdo un mitin en Coruña en el que en el Palacio de los Deportes no sólo no se llenara sino que no hubiera poco menos que sopapos por entrar...
j) y por todo lo anteriormente visto, la desmotivación/cabreo/indolencia (táchese lo que no proceda) de un electorado de izquierda que, o prefirió votar a otros (Terra Galega, EU-IU, incluso UPyD) o quedarse en casa, pero que no incurrió en un cambio radical de voto hacia el PP, como le pasó al PSOE en las generales de 2.000, donde 1 millón de votos castigaron al PSOE, dando mayoría a Aznar López.
También cabe destacar y no olvidar que la derecha de este país es siempre una masa disciplinada a la hora de votar, con independencia de las discrepancias o peleas internas o no de cada momento, y la prueba más clara son los votos totales de un PP que ha conseguido lo que hace cuatro años se le negó a igual cantidad de votos. Esa disciplina, de la que carece la izquierda es una activo a favor del PP que tarde o temprano da sus frutos, como así ha sido el domingo pasado.
¿Y ahora qué? Pues depende. ¿Y de qué depende? Pues, en mi opinión, por increíble que parezca, de lo que pase en Euskadi y de un posible pacto PP+PSOE+UPyD. Desde una óptica posibilista, eso podría atenuar la más que posible demoras (y van...) en las infraestructuras que el Gobierno de Madrid tiene pendientes de ejecución en Galicia, y que se producirán como represalia por el batacazo electoral (menuda es la Maleni!). Un pacto PP-PSOE puede hacer que el PP ponga como peaje para su realización en Euskadi que el PP le exija a Madrid el cumplimiento de los plazos de obras pendientes en Galicia a cambio de su apoyo en Euskadi (siempre y cuando al amigo Rajoy Brey Dios le ilumine en su infinita bondad).
Seeeñoooor, ilumínaloooooo
Por otra parte, cabe un período de reflexión, acto de contricción o como le quermos llamar, por parte de los partidos del bipartito, un cierre de heridas lo más certero y rápido posible (en esto el PSOE ya le gana por goleada al BNG, que se enroca en una lentitud pasmosa e incomprensible) por el bien de la alternancia democrática en este país. He dicho.
3 comentarios:
Xa facía tempo que non escribias,menos mal.
As causas da debacle son moitas e moi diferentes, pero na miña primeira investigación (3 votantes do PP) as razóns qu esgrimen estes son:
-As mesas con moi caras, e un gasto inutil de cartos
-O coche é mais caro que o de Obama
-A foto no iate.
Acabaremos resignados e admitindo que a xente que non lles deu o voto o fixo por algunha destas 3 razóns, seguro. Un saudo crack.Princi.
A ver, estoy deacuerdo en muchos de los puntos que mencionas, pero hay que decirlo todo: con todo eso sobre la mesa todos pensábamos que iba a ganar el bipartito, y todos pensamos que el PP no hizo méritos para ganar.
Y es que en la campaña hubo mucho ruído y poca política. Todo el mundo habla del cristo de la política lingüística o de la dependencia, pero en realidad se ha hablado muy poco de lo que va mal o por qué. 100.000 firmas de Falacia Bilingüe, recogidas tb fuera de Galicia y por internet (q me da la risa), es una mierda. La gente no está a favor de ellos, simplemente rechaza el barullo montado.
En cuanto el PP ponga en marcha la red de dependencia, que le dejaron como bien sabes lista y preparada, ya veremos si alguien se acuerda de que se lo debe a Quintana.
Lo que quiero decir para acabar es que nos podemos romper la cabeza con razones de fondo para el descalabro, como bien dices. Pero los que votaron al PP no lo hicieron. Vieron barullo, sintieron cabreo y votaron a aquello para lo que fueron programados. Y eso tiene un punto que se escapa a la lógica.
Por cierto, iba a hacer un post muy similar. Quizás aún lo haga, pero mitad de los puntos van a parecer ccopiados.
En mi opinion, aparte de los cuatro años de desgobierno de la Xunta, que era de fàcil presagio desde el principio de la legislatura , los gallegos somos conservadores compulsivos por razones socio-econòmicas històricas. En todos estos años de democracia siempre nos hemos sentido còmodos bajo la tutela de la derecha. Las dos incursiones de la izquierda en los gobiernos de la Xunta se debiero a que nos toparon con el paso cambiado . Bien es sabido que la ciudadanìa perdona màs fàcilmente a la derecha que a la izquierda las veleidades de grandeza de los dirigentes ( On ne prête qu‘aux riches ) . El ùltimo gran error del bipartito ha sido el no haber comprendido eso, y ademàs que precisamente a causa de nuestro conservadurimo secular debieran haber redoblado de esfuerzos para convencernos de que hay vida despues de la derecha .
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