A Adrián Nuñel, Deportivista Convicto y Confeso
Ayer, por casualidad y haciendo zapping con la TDT, me encontré con lo que (gracias a Dios) ya parece ser un incunable: un partido del Depor en segunda! Se trataba del Depor 3- Albacete 0, 3 de mayo de 1.986 (una semana después en Oviedo nos daban para el pelo, robo arbitral incluido y nos quedábamos un año más en segunda).
El partido era como un sincero homenaje al recientemente desparecido José Luis (Lendoiro, hay que cuidar las formas, es que ni te molestaste en que los jugadores llevaran crespones negros, coño). Aparte de contemplar con emoción a un Ídolo de mi juventud, me quedé mirando el partido, y sobre todo viendo cómo era Riazor entonces: han pasado 23 años, las pistas de atletismo han desaparecido, la grada de General ya no es aquella curva infinita que se convertía en un desierto cuando llovía, con la gente saliendo a la carrera por el chaparrón, como en el partido que pusieron ayer. Ahora, con las gradas cerrando el estadio a mí hasta me parece que llueve menos, ahora siempre con la vergonzosa excepción de Preferencia Inferior (Losadita&Tello, para cuándo la ampliación de la visera de Preferencia?), donde pagas una fortuna por ponerte pingando.
La verdad es que los que entonces íbamos al campo, aunque pueda quedar mal decirlo, éramos unos héroes, unos Deportivistas de toda la Vida. Y con ello no quiero decir que el sentimiento por nuestro Club sea inversamente proporcional al número de socio. Pero os puedo decir que yo, ayer viendo el partido, me estaba dando hasta frío, y eso que estaba al lado de una chimenea con el fuego a toda pastilla. Y pensaba, joder, la de veces que me/nos hemos enchufado bodrios y allí estábamos, domingo tras domingo a la hora que las vacas enviudan, como decía la canción de Siniestro Total, inasequibles al desaliento cuatro chavales y los abuelos de esos chavales, que cuando perdíamos (y eran las más de las veces), "rachaban" el carnet y decían "cagho en D..., non volvo máis!!!" El truco es que el carnet que rompían era mensual y lo hacían el último partido del mes, que el día 1 estaban todos en la Marina pagando el recibo aunque fuera tomando un vaso menos al día en el bar de turno.
Y luego llegó la Gloria, y surgieron deportivistas de hasta debajo de las piedras, gente que ni sabías que existía y que te juraban por sus muertos que llevaban los colores en el corazón, pero que a ver si les prestabas el carnet, a ver si machacamos una vez más al Madrid, cabrones, ni Liga, ni Copa, ni Champions Lí, y que cuando se acabó el pastel y comenzó la "cuesta abajo" aderezada con vino de Oporto, ya ni te conocían por la calle, y a algún otro te lo encuentras en un bar jaleando los goles del bwin... En fin, cosas veredes.
La esperanza es que los que para los que íbamos entonces parecía ser un callejón sin salida un sin futuro, donde veíamos que los socios y la afición envejecían por segundos y sin reemplazo posible, ahora son una masa mayor y más leal, donde (y parece increíble, pero es así) los que váis al fútbol y tenéis menos de 20-22 años no sabéis ni recordáis quiénes éramos ni dónde coño está Mollerusa.
Aquí está hoy el Futuro, pero no es sólo los buenos momentos, sino el ir palmando 0-1 y no rendirse, tener paciencia y barajar, ahora la jugada no sale, pero la siguiente si empujas y animas seguro que sale, y si no la siguiente, y si no el siguiente partido, o al otro. Paciencia, prudencia (no echar nunca las campanas al vuelo antes de tiempo, ni todo es negro y a los cinco minutos blanco) y perspectiva (como decía Arsenio, "no nos olvidemos nunca de donde venimos. Nunca.").
Forza Depor.