lunes, 21 de septiembre de 2009

Subidón de Hierba

No os lo creeréis, pero ya han pasado más de 48 horas desde el partido del sábado, y aún tengo el olor del césped de Riazor incrustado en la pituitaria. Un césped que he tenido el privilegio de pisar por primera vez en mi vida durante un partido oficial, para llevar a mi hijo a que se hiciera la foto con el Depor. Tiene su coña: 29 años y 12 días después de aquél 7 de Septiembre de 1.980, Depor 3 - Ensidesa de Avilés (ya desaparecido) 0. Y la verdad, y no me da vergüenza decirlo, aún me tiemblan las piernas: menudo subidón.


Jorge Valdano, nuestro Pedante de Guardia del fútbol español, hablaba del miedo escénico del Bernabéu para justificar cómo los rivales que llegaban en aquellas eliminatorias de Copa de Europa de los años 80 con una renta que creían holgada para eliminar al Madrid, se arrugaban y acababan cayendo devorados por el estrépito de una grada que parecía devorarlos sin pelar, y lo que es peor, sin anestesia. Pues el césped de Riazor transmite esa misma sensación, a pesar de que el sábado eran sólo (maldita sea) 17.000 almas las que rodeaban el césped, a mí me pasó. Se te encoge el alma y hasta el ombligo, y para alguien como yo que ya se ha metido entre pecho y espalda quizás más de 600 partidos en esta bendita casa, subir por el túnel de vestuaros con tu hijo de la mano y llegar al césped, aunque ni tú ni tu hijo sean los que vayan a jugar o a decidir el resultado final, si no a compartir unos breves momentos con los que defienden tus colores y tu forma de sentirlos, es algo que no se puede expresar fácilmente con palabras.


Que sí, que a mí me hacía más ilusión que a mi hijo pisar el césped y hacerse la foto con los jugadores, pero esa es también una forma de implicarle y hacerle compartir algo para mí (y me imagino que para los que tengáis la infinita pacienia de leer esto) muy especial, algo sin lo que yo no sabría explicarme a mí mismo. Una camiseta, un club, un colectivo detrás, una historia de tristezas y frustraciones primeras que dieron paso a triunfos y alegrías posteriores. Pero también poder contemplar la cara de aquellos niños, algunos grandes, otros pequeños, unos más conscientes que otros de lo que estaban viviendo, te hace pensar en el futuro y seguir animando, seguir apoyando para que los que vengan detrás vean lo que un día fuimos capaces de hacer y mantengan viva la llama, la ilusión y que intenten emular y conseguir en mayor o menor medida, lo que hemos sido capaces de conseguir los privilegiados que nos ha tocado vivir este tiempo tan maravilloso.

Que así sea: no dejemos que la llama se apague. Amén.

Copyright foto www.riazor.org

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Genio y figura!!! El blog un 10!!!

Anónimo dijo...

Yo me imagino que tendré menos años que tu pero tu post me hace recordar bastantes momentos de mi vida sobre todo de cuando era pequeño, por unas razones u otras no podía asistir a los partidos de riazor pero vivía imaginando el momento de poder ir.

Ese día me llegó, no en forma de partido, sino en forma de Atletismo, cuando con el colegio me invitaron a participar en unas pruebas. Lo primero que hice fue llegar y besar el cesped, literalmente.

Ese día no había futbol, pero tu y yo sabemos; que lo bueno, no tiene precio.

Anónimo dijo...

Cuando leia tus palabras se me encongía el corazon...

Gran Deportivista! Un saludo desde Navarra y...FORZA DEPOR!

luisfer21 dijo...

grande! yo todavia no he tenido la oportunidad de ir a riazor, desgraciadamente soy de venezuela, y le voy al depor desde que tenia 9 años y ya tengo 17, el año pasado pude ver a mi amado depor jugar en caracas cuando hicieron la gira en venezuela.. pero no puedo esperar el dia en el que pueda viajar a coruña solo para ir a ver a mi depor, junto a miles de personas que tengan el mismo sentimiento que yo tengo

Anónimo dijo...

Que grande es Sabina:

Allá donde se llenan los bolsillos
donde el mar no se puede construir
donde regresa siempre el enemigo
pongamos que hablo del Mandril, del Mandril

Donde el dinero viaja en estafadores
un ladronzuelo queda para tí
que te robó la vida en elecciones
pongamos que hablo del Mandril, del Mandril

Las niñas ya no quieren ser del depor
y a los niños les da por repartir
el Marca sólo habla de la meseta
pongamos que hablo del Mandril, del Mandril

Los pájaros visitan al contable
las estrellas se olvidarán de tí
la suerte viaja en las maletas blancas
pongamos que hablo del Mandril, del Mandril

El campo es una estufa de bikingos
la Cibeles está a punto de parir,
hay una putilla en el vestuario
pongamos que hablo del Mandril, del Mandril

Cuando la Bermu venga a visitarme,
que la lleven directa a la Zona Vip,
aquí no queda sitio para nadie,
pongamos que hablo del Mandril, del Mandril drrrrrrriiilllll