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lunes, 12 de julio de 2010

Un beso que cierra muchas bocas

Pues no: yo, de lo de ayer no me quedo ni con el gol de Iniesta, ni con las patadas de los holandeses, que dejaron a Van Damme como una auténtica nenaza, ni siquiera con la celebración enloquecida de un país con ganas de celebrar algo ante el marasmo en el que estamos metidos. Yo me quedo con esto:



Frente a la tontería de cuatro descerebrados Hijos de la Gran Bretaña, al final no es sólo el triunfo de una voluntad, de un equipo, de un pueblo empujando detrás: es el triunfo del Amor con mayúsculas, frente a la estupidez, las habladurías y las envidias varias. Magnífica lección de un gran jugador, y para mí desde ayer, mejor persona, que antepone sus sentimientos al que dirán. Enhorabuena, parejita...

martes, 6 de julio de 2010

La camiseta

a P., que me animó a volver a escribir :)

Hoy me he ido a una tienda de deportes en plan baratillo y me he comprado una camiseta de la selección de Holanda ya pasada de fecha. Siempre he sentido una enorme, infinita simpatía hacia esa selección y hacia los holandeses: he tenido la oportunidad de trabajar con ellos, y me parece un pueblo absolutamente admirable, combativo (que se lo digan a los tercios de Flandes y al colega Alatriste), pero sobre todo, que rompe el estereotipo del nórdico: un pueblo alegre, auténtico y que defiende lo suyo por encima de todo.

Y una afición que anima y sigue a su selección vaya donde vaya. Un conocido mío, holandés y que habla igualito que el Johann Cruyff me decía "que si algún día jugásemos en Plutón, la nave que llevase a los jugadores vería plutón todo naranja antes de aterrizar". Es verdad: basta ver cualquier partido del Mundial para ver que la Oranje es siempre mayoría.

Pero hoy quiero contaros algo que me ha llamado la atención: al coger la camiseta, me he fijado que en la parte interior del cuello tenía algo escrito:

Pues qué bien, porque el neerlandés no es mi fuerte: y de repente, volviéndolo a leer, me he dado cuenta: "Wilhelmus Van Nassouwe", Guillermo de Nassau, Guillermo I de Oranje... es la primera estrofa del Himno Oficial de los Países Bajos, el "Het Wilhelmus", el himno más antiguo del mundo.

"Guillermo de Nassau
soy yo, de sangre germánica
a mi patria fiel
permaneceré hasta que muera"

Toma ya: a buenas horas, si el Himno español tuviera letra, íbamos a poner ni una coma... y a eso voy: ha tenido que ganarse una Eurocopa para que al menos, y alrededor del fútbol, el país se haya unido como una piña, que por una fracción de segundo se nos haya olvidado nuestra genética autodestructiva, nuestro complejo de inferioridad, a pesar de ser de un país con una gran Historia, le pese a quien le pese, con sus muchas virtudes y sus muchísimos defectos.

Cuando escribo esto, faltan veinte minutos para empezar el Holanda-Uruguay, semifinal del Mundial: no tengo ni idea de qué va a pasar mañana frente a la Mannschaft germánica. Pero ojalá volvamos a mojarles la oreja y lleguemos a la final, y nos traigamos los nosecuantos kilos de oro y brillantes que pesa el tochazo del trofeo, y nos sintamos un poco más unidos como país, aunque sea alrededor de veintidós tipos en calzoncillos corriendo detrás de un cacho de cuero sintético. Amén

sábado, 17 de octubre de 2009

Goodbye, Bonilla Boy

Querido Andrés:

Qué quieres que te diga: una vez más nos has sorprendido a todos. Una vez más nos has dejado a todos con la boca abierta con una de tus habituales salidas, y esta vez a la División Superior. Nos has dejado a todos estupefactos, como cuando nos decías que esto era "fútbol con fatatas" o martirizabas con tanto afecto a nuestro Julito Sardina con tu grito de guerra favorito: "SALINAS!!!"

Sabemos lo mucho que, por razones personales y sentimentales, querías a esta ciudad donde hasta no hace mucho "nunca pasaba nada", lo mucho que te ponía empaparte de mar y viento por el Paseo Marítimo con Riazor al fondo, deseando que empezara ya el espectáculo para ver a la blanquiazul dejarse la vida detrás de la bendita (o maldita según se mire) pelota.

Hoy, insisto, nos has dejado a todos otra vez boquiabiertos. "La vida puede ser maravillosa"... Hoy no, hoy y a partir de ahora lo será un poco menos. Pero nos queda tu recuerdo y el consuelo de que los Acuña, Chacho, Pedrito, Bienzobas, Rafael Franco, José Luis y tantos otros van a tener a un Comentarista de Lujo, con Lolo Gantes a pie de campo, para retransmitir los partidos la Liga Eterna del Depor del Más Allá.

Gracias por todo, Andrés, y que te vaya bonito en esta nueva aventura. Goodbye, Bonilla Boy...

jueves, 15 de octubre de 2009

Maradona ha muerto: VIVA EL [BUEN] FÚTBOL!

Buenos Días:

Una vez más (y van...) asistimos atónitos al lamentable espectáculo de Diego Armando Maradona al finalizar el partido de clasificación para el Mundial 2010 disputado ayer anoche en Montevideo, y que dió a la albiceleste el pase al Mundial tras la agónica victoria ante Uruguay.

Me niego a reproducir las palabras que empleó por mero pudor, así que os pongo el enlace, y vosotros mismos:

http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2009/10/15/futbol/1255566051.html

s de una vez, cuando en alguna tertulia o corrillo alguien me ha preguntado por quiénes son para mí los tres mejores jugadores de la Historia, siempre digo y por este orden Pelé, [Don Alfredo] Di Stéfano y Johann Cruyff. Y siempre hay alguien que me pregunta ¿y Maradona?; y siempre contesto: "Maradona... qué pena".

En otra ocasión ya hablé del tema (ver el post "ídolos caídos, juguetes rotos"), y me ratifico en lo dicho, y añado algo que siempre ha sido obvio: un buen jugador de fútbol no implica ser un buen entrenador ni tampoco ser una buena persona.

El caso de Maradona es el de aquél que ha sido devorado y excretado por su propio mito hasta el hecho de convertirlo en una Ruina humana y moral. Y lo peor del caso es que existe una parte de la afición, sobre todo de la Argentina, que, deslumbrada por el mito, perdona y/o mira para otro lado las veleidades, cuescos y/o exhabruptos del Ídolo, al igual que en tiempos sucedía con el displásico eunucoide que rigió los destinos de Argentina durante décadas, cuando las masas gritaban "putero o ladrón, queremos a Perón". Para los que gustamos no sólo del llamado deporte rey, y también de conocer la Historia propia y ajena, resulta muy curioso ver los paralelismos sobre este último punto con nuestra propia Historia: acordémonos del "vivan las caenas" de Fernando VII ¿simple coincidencia o es que nos abriga un pasado común y lo llevamos en los genes? ¿Tan perdida o hundida está una sociedad como la argentina para seguir obviando los despropósitos no sólo de su ídolo futbolístico, sino también de sus dirigentes políticos? Basta mirar la historia del siglo XX para ver que sobran por desgracia muchos dedos de nuestras manos para contar dirigentes decentes y honestos en la historia de un país con el que tanto nos unen (especialmente a los gallegos) razones sentimentales y/o migratorias.

En fin, penoso y lamentable suma y sigue de una víctima (o quizás culpable) de su actual condición, y del que podemos decir que no física, pero sí moralmente, hace mucho que murió. Maradona ha muerto: viva el [buen] fútbol.





lunes, 21 de septiembre de 2009

Subidón de Hierba

No os lo creeréis, pero ya han pasado más de 48 horas desde el partido del sábado, y aún tengo el olor del césped de Riazor incrustado en la pituitaria. Un césped que he tenido el privilegio de pisar por primera vez en mi vida durante un partido oficial, para llevar a mi hijo a que se hiciera la foto con el Depor. Tiene su coña: 29 años y 12 días después de aquél 7 de Septiembre de 1.980, Depor 3 - Ensidesa de Avilés (ya desaparecido) 0. Y la verdad, y no me da vergüenza decirlo, aún me tiemblan las piernas: menudo subidón.


Jorge Valdano, nuestro Pedante de Guardia del fútbol español, hablaba del miedo escénico del Bernabéu para justificar cómo los rivales que llegaban en aquellas eliminatorias de Copa de Europa de los años 80 con una renta que creían holgada para eliminar al Madrid, se arrugaban y acababan cayendo devorados por el estrépito de una grada que parecía devorarlos sin pelar, y lo que es peor, sin anestesia. Pues el césped de Riazor transmite esa misma sensación, a pesar de que el sábado eran sólo (maldita sea) 17.000 almas las que rodeaban el césped, a mí me pasó. Se te encoge el alma y hasta el ombligo, y para alguien como yo que ya se ha metido entre pecho y espalda quizás más de 600 partidos en esta bendita casa, subir por el túnel de vestuaros con tu hijo de la mano y llegar al césped, aunque ni tú ni tu hijo sean los que vayan a jugar o a decidir el resultado final, si no a compartir unos breves momentos con los que defienden tus colores y tu forma de sentirlos, es algo que no se puede expresar fácilmente con palabras.


Que sí, que a mí me hacía más ilusión que a mi hijo pisar el césped y hacerse la foto con los jugadores, pero esa es también una forma de implicarle y hacerle compartir algo para mí (y me imagino que para los que tengáis la infinita pacienia de leer esto) muy especial, algo sin lo que yo no sabría explicarme a mí mismo. Una camiseta, un club, un colectivo detrás, una historia de tristezas y frustraciones primeras que dieron paso a triunfos y alegrías posteriores. Pero también poder contemplar la cara de aquellos niños, algunos grandes, otros pequeños, unos más conscientes que otros de lo que estaban viviendo, te hace pensar en el futuro y seguir animando, seguir apoyando para que los que vengan detrás vean lo que un día fuimos capaces de hacer y mantengan viva la llama, la ilusión y que intenten emular y conseguir en mayor o menor medida, lo que hemos sido capaces de conseguir los privilegiados que nos ha tocado vivir este tiempo tan maravilloso.

Que así sea: no dejemos que la llama se apague. Amén.

Copyright foto www.riazor.org

sábado, 4 de julio de 2009

Los números de los dorsales no me gustan

De la forma que los ponen, perecen de un futurismo ya trasnochado, tipo "años 60/perdidos en el espacio". Yo creo que para un diseño así, le van más números en plan sobrio... ¿Qué tal si fueran así?


Frente a un diseño muy audaz, unas letras sobrias, y sobre todo VISIBLES, no vaya a pasar como con las primeras camisetas de Canterbury, que con el amarillo no se veían, sobre todo los miopes como el menda...

jueves, 14 de mayo de 2009

La Noche Triste

Para los que hayáis estudiado Historia (o estéis en ello), probalemente hayáis oído hablar de La Noche Triste. Este episodio histórico narra la expulsión por parte de los aztecas de Hernán Cortés y sus soldados de la ciudad de Tenochitlán (hoy México, D.F.). Pero en la Historia del Depor hay otra Noche Triste, de la que este catorce de mayo se cumplen quince años: la noche del penalty de Djukic, la noche en la que una Liga se nos fué en el último suspiro, en el último minuto, con nocturnidad, premeditación y la alevosía de un guardameta del equipo contrario, del que hoy felizmente, se ignora nombre y su paradero.
Fué aquella temporada (1993-94) la de la constatación de que el SuperDepor era una realidad, que la temporada anterior no había sido ni un sueño, ni una casualidad, ni una conjunción astral favorable, que los que llevábamos la tira tragando quina y caldo de hueso en segunda mirábamos incrédulos al campo viendo las evoluciones de los Mauro, Bebeto y compañía y de reojo un marcador todavía de cartón con el tanteo siempre a nuestro favor. Una temporada en la que nunca tantos folios ni tantos mostradores y repisas de bar se pintaron, no haciendo las cuentas del "que me diga que le debo", sino de con cuántos puntos podíamos ser campeones y hacer una pedorreta cósmica al siempre genial pero a la vez odioso Johann Cruyff y a su equipo, el Barcelona, con sus comentarios corrosivos y su sempiterna presión y su chupa-chups consuelo de un vicio a la nicotina que casi le lleva al otro barrio.
En aquella temporada muchos aprendimos que tan peligrosa es la crónica depresión en la que llevábamos décadas sumidos con mediocres temporadas, mediocres equipos, mediocres jugadores (y lo que es peor, Mediocres Presidentes), como la euforia a la que todos nos invadió cuando veíamos pasar los días, las jornadas y los meses sin tener que coger la clasificación al revés para ver al Depor líder una y otra vez. Esa euforia nos llevó a celebrar lo no conseguido antes de tiempo, a pesar de los avisos casi a voz en grito del Maestro Arsenio, a quien la úlcera del alma se le hacía cada vez más grande avisándonos del peligro de que lo aún no ganado nos lo quitaran "de los fuciños".
Y llegó el día. Aquél sábado impuesto por (sí, el mismo) Angel Villar para que el Barcelona pudiera preparar la final de la Champions del miércoles siguiente en Atenas frente al Milán, recuerdo que me tomé un estratégico día libre para ver y notar el pulso de la ciudad, lo que pasaba, el ambiente, y reconozco que aquello no me gustó nada: demasiada euforia, demasiada fiesta antes de tiempo, demasiada hormigonera por la calle, demasiados gaiteiros tocando bajo tejado (dicen que eso da mala suerte). Y Manuel Fraga en el palco, que había visto diez días antes al Zaragoza ganar una Copa del Rey en el Calderón frente al Celta gracias a un penalty fallado por Alejo, y los Blues cantado "Bota de Oro, Alejo Bota de Oro, etc." con la música de Guantanamera...
Mal rollo, muy mal rollo me dió todo aquello, sobre todo la cara de los jugadores entrando en Riazor, no vi caras serias de concentración, vi caras de nervios, esa película ya la había visto en ascensos fallidos años antes y no me tranquilizó lo más mínimo. Y luego pasó lo que pasó: aquél penalty en el último minuto tan valientemente pitado por López Nieto. la indecisión de muchos jugadores sobre quién tirarlo o no, y al final el latigazo de un balón que vi posarse a cámara lenta en las manos del innombrable guardameta rival mientras me quedaba ronco de gritar un nó que nunca me salió tan del alma como entonces y espero que nunca me vuelva a pasar, ni a mí ni a nadie.
En fin, cosas que pasan, pero como dijo Teódulo el Cerillita, aquél que durante tantos años tuvo estatua en el Ferrol de Él Mismo, "no hay mal que por bien no venga", y después de aquella Noche Triste, aquella noche que duró un año, un mes, y trece días, salió el sol, y desde aquél día, todos los blanquiazules somos más felices con una réplica de plata de una Copa en las vitrinas del club, y cinco trofeos más de propina. Y que vengan muchos más. Amén.

martes, 5 de mayo de 2009

Carta de Tomás: un Deportivista más

Querido Tío:

Voilá, je suis ici, ya estoy aquí, por fin 9 meses después, que ya no me llegaba el día de salir, uff, aire! Bueno, ¿y el Depor qué tal estos meses? Porque desde que salí del limbo al bombo, en el bombo no hay PPV, ni radio ni internet ni leches, con lo cual he estado a dos velas más que Colón en sus cinco viajes. Espero que la temporada haya ido bien, porque menudo papel empezar desde abajo con los del Citroën...
Pues nada, que aquí estamos recién llegados, pero está visto que lo de empezar bien es que no va con esta tropa que me ha tocado de familia, hay que jibarse, nada más empezar y me visten de azul celeste, esto seguro que es cosa de mamá, espero que la próxima no sea vestirme de blanco-bwin, porque me oye, por éstas que me oye.


Por mi parte, no te preocupes, no problem, tengo los genes blanquiazules bien anclados, así que yo por mi parte voy a cumplir la parte que me toca que es alimentarme bien, crecer y espabilar para enterarme cuanto antes cómo va la cosa, espero no sufrir mucho, aunque por lo que me parece, mejor ésto que cuando tomábamos caldo de hueso en segunda, no?
Bueno, no te molesto más por el momento, porque está esto de visitas en la maternidad que parece la grada de general contra el Madrid, y aquí no hay Cristiano que eche una cabezadita de brazo en brazo, qué manía, y eso de cuidado con la cabeza, si no se me va a salir, leche. Anima por mí que yo hoy y en los próximos meses no voy a poder, y dile a mamá que le dé cuartelillo a papá y que lo deje ir a Riazor de vez en cuando.

Un saludo de tu sobrino,





Tomás

lunes, 27 de abril de 2009

Deportivistas de Toda la Vida

A Adrián Nuñel, Deportivista Convicto y Confeso
Ayer, por casualidad y haciendo zapping con la TDT, me encontré con lo que (gracias a Dios) ya parece ser un incunable: un partido del Depor en segunda! Se trataba del Depor 3- Albacete 0, 3 de mayo de 1.986 (una semana después en Oviedo nos daban para el pelo, robo arbitral incluido y nos quedábamos un año más en segunda).
El partido era como un sincero homenaje al recientemente desparecido José Luis (Lendoiro, hay que cuidar las formas, es que ni te molestaste en que los jugadores llevaran crespones negros, coño). Aparte de contemplar con emoción a un Ídolo de mi juventud, me quedé mirando el partido, y sobre todo viendo cómo era Riazor entonces: han pasado 23 años, las pistas de atletismo han desaparecido, la grada de General ya no es aquella curva infinita que se convertía en un desierto cuando llovía, con la gente saliendo a la carrera por el chaparrón, como en el partido que pusieron ayer. Ahora, con las gradas cerrando el estadio a mí hasta me parece que llueve menos, ahora siempre con la vergonzosa excepción de Preferencia Inferior (Losadita&Tello, para cuándo la ampliación de la visera de Preferencia?), donde pagas una fortuna por ponerte pingando.
La verdad es que los que entonces íbamos al campo, aunque pueda quedar mal decirlo, éramos unos héroes, unos Deportivistas de toda la Vida. Y con ello no quiero decir que el sentimiento por nuestro Club sea inversamente proporcional al número de socio. Pero os puedo decir que yo, ayer viendo el partido, me estaba dando hasta frío, y eso que estaba al lado de una chimenea con el fuego a toda pastilla. Y pensaba, joder, la de veces que me/nos hemos enchufado bodrios y allí estábamos, domingo tras domingo a la hora que las vacas enviudan, como decía la canción de Siniestro Total, inasequibles al desaliento cuatro chavales y los abuelos de esos chavales, que cuando perdíamos (y eran las más de las veces), "rachaban" el carnet y decían "cagho en D..., non volvo máis!!!" El truco es que el carnet que rompían era mensual y lo hacían el último partido del mes, que el día 1 estaban todos en la Marina pagando el recibo aunque fuera tomando un vaso menos al día en el bar de turno.
Y luego llegó la Gloria, y surgieron deportivistas de hasta debajo de las piedras, gente que ni sabías que existía y que te juraban por sus muertos que llevaban los colores en el corazón, pero que a ver si les prestabas el carnet, a ver si machacamos una vez más al Madrid, cabrones, ni Liga, ni Copa, ni Champions Lí, y que cuando se acabó el pastel y comenzó la "cuesta abajo" aderezada con vino de Oporto, ya ni te conocían por la calle, y a algún otro te lo encuentras en un bar jaleando los goles del bwin... En fin, cosas veredes.
La esperanza es que los que para los que íbamos entonces parecía ser un callejón sin salida un sin futuro, donde veíamos que los socios y la afición envejecían por segundos y sin reemplazo posible, ahora son una masa mayor y más leal, donde (y parece increíble, pero es así) los que váis al fútbol y tenéis menos de 20-22 años no sabéis ni recordáis quiénes éramos ni dónde coño está Mollerusa.
Aquí está hoy el Futuro, pero no es sólo los buenos momentos, sino el ir palmando 0-1 y no rendirse, tener paciencia y barajar, ahora la jugada no sale, pero la siguiente si empujas y animas seguro que sale, y si no la siguiente, y si no el siguiente partido, o al otro. Paciencia, prudencia (no echar nunca las campanas al vuelo antes de tiempo, ni todo es negro y a los cinco minutos blanco) y perspectiva (como decía Arsenio, "no nos olvidemos nunca de donde venimos. Nunca.").
Forza Depor.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Un poco de Historia: un rival más, el Valladolid

En www.riazor.org, se hablaba ayer de la indiferencia que produce la actual situación del conjunto patrocinado por Citroën, y considerado eterno rival de nuestro Dépor. Hoy en día, y con todo lo que ha sucedido en estos últimos años, el Depor tiene ya unos rivales de su entidad que van más allá de un mero límite fronterizo provincial (Madrid, Barcelona, Atlético, Valencia, etc.) o nacional en su momento (Oporto, PSG, Manchester, etc.).
Pero fuera de esta rivalidad regional, vemos que a lo largo de la Historia de nuestro Club ha habido rivalidades que el paso del tiempo y la memoria han ido borrando poco a poco, y que como dice el dicho "sólo se acuerdan los más viejos del lugar".
Sin ir más lejos, nuestro próximo rival, el Valladolid, fué hace más de 50 años en la temporada 1949/50 un equipo que nos perjudicó clarísimamente y que evitó que en aquella temporada fuésemos campeones de Liga (quedamos segundos por detrás del Atlético de Madrid de Helenio Herrera), y que desde entonces y por muchos años se convirtió en una especie de rival/enemigo que hasta finales de los años 70, y cada vez que pisaba Riazor se ganaba una sonora pita, sobre todo por parte de los hinchas más veteranos.
La historia comienza en el campo de Pucela, donde empatamos a uno con gol de Tino, y donde el mítico Acuña, en una salida choca y cae sobre el vallisoletano Rafa, al que lesiona, pitando el árbitro juego peligroso. Como consecuencia de aquella jugada, el Comité de Competición, en una decisión al "Estilo-UEFA", sanciona a Acuña con un partido por juego peligroso...
El siguiente partido tiene que jugarlo en la portería el juvenil Otero, eterno suplente de Acuña, y donde una endeble Real Sociedad empata a 4 en Riazor en un partido en que la bisoñez del posteriormete mítico "Parrocho" Otero nos sale muy cara. Un punto que al final de la liga echamos de menos, pues ese empate nos privó de un título que tuvimos al alcance de la mano (el Atlético consiguió 33 puntos por 32 nuestros), incluso en la última jornada de liga en San Mamés, en donde y durante quince minutos fuimos campeones de liga.
Así que como podéis ver, de rivalidades, decisiones injustas y títulos perdidos por un punto está llena nuestra Historia...

Crónica del partido en el mítico semanario "Riazor"








viernes, 28 de noviembre de 2008

La pregunta más difícil

Hoy toca "reflesionar". A veces a uno en la vida le cojen a contrapié con un gesto, un acto, una pregunta. A mí me pilló desprevenido mi enano hace como tres años cuando lo llevé por primera vez al fútbol con 4 años escasos. "Papá, ¿a tí por qué te gusta el fútbol?". Adióoos. La pregunta definitiva. El carrito del Helao no me pilló, me pasó literalmente por encima. La verdad es que a ver cómo a un niño de esa edad se lo explicas y que lo entienda, más cuando a su edad no comprende conceptos abstractos.
Intenté explicarle que por que a veces haces y repites lo que ves a tu alrededor, y que en nuestra familia a más de una persona le gustaba y le gusta el fútbol, que es a lo que yo jugaba en el cole, etc. Pero la verdad es que la pregunta se las trae: no hace mucho, os castigué con un vídeo tal que




en el que intentaba explicar el porqué de algo que cuando eres más joven, tiene un significado especial a la espera de otras cosas o personas en la vida que adelanten al fútbol en tu escala de valores.Y aún hoy lo sigue teniendo en cierta medida: a veces me sorprendo al acabar algún partido colándome en la grada de General y bajando al nivel del césped a ver el estadio desde abajo, a oler la hierba, y os aseguro que es una sensación tan intensa que a veces hasta duele.
Ayer de noche, mientras estaba en Riazor viendo cómo machacábamos a un Feyenoord venido a menos, y cómo nos despedíamos de alguien tan especial como Roy Makaay, con un estadio puesto en pié cantando "Roy Makaay, te quiero", volví a pensar en la pregunta y delante tenía una vez más la respuesta: por noches como la de ayer, por otras noches de infamia, por los buenos y los malos días, por la tristeza y la rabia, por el orgullo y la Victoria, por compartir con el que se sienta a tu lado ese momento mágico o ese otro cuando el balón da en el palo de tu portería y se te para el corazón. Pero también por ver cómo el fútbol despierta también lo peor de cada uno, con una panda de salvajes destrozando la grada y grabándolo en vídeo, como ayer.
El fútbol. Como alguien dijo, "si no existiera, habría que inventarlo". Como tituló Don Alfredo Di Stéfano sus memorias decicadas a la pelota: "Gracias, Vieja". Y aquí estamos, a las Duras y a las más Duras, desde el 7 de septiembre de 1.980, en un envejecido Riazor y un Depor 3-Ensidesa de Avilés 0. Y ahora con el enano, lo que nos queda, achicándose cada vez más tu número de abonado a la vez que en tu hijo la ilusión por los colores crece sin parar.
Así es y así lo veo. Y que sea por muchos años. Amén

lunes, 22 de septiembre de 2008

Qué miedo, qué horror, el speaker de Riazor

La noticia del día en el mundillo futbolístico de Coruña, más que el Depor 0 - Moyá 0 de ayer, fué la intervención a medio partido del Camarada Naya, nuestro inmarcesible (para los de la LOGSE, que no se marchita) e incombustible speaker.
La verdad es que el comentario tiene su coña como juego de palabras entre gente y en la propia grada, pero vista la corrección política que nos invade, quizás estuvo más que fuera de sitio. Y no por que fuesen los Webos cinco, quince ó 12,75, sino por lo inoportuno, máxime con la Celia, perdón Ayza Gámez que nos tocó de árbitro (este hombre iba para vedette, después de lo visto ayer).
En fin, esperemos que la "boutade" del amigo Naya no nos salga cara: arrepentido está, ya lo habréis escuchado en diferentes medios de comunicación.
No sé vosotros, pero yo prefiero pasar página y recordar el 24 de Junio de 1.995 en el Bernabéu, en aquella maravillosa final contra el Valencia: os acordaréis que fue él quien hizo la megafonía del partido. Escuchar su voz allí, en territorio comanche, fué para mí y depués de tantos años de oír su voz en Riazor, una de las sensaciones más intensas de aquél interminable partido de tres eternos días, después de tantos peregrinajes por segunda, segunda B y tercera; escuchar su voz me hizo pensar que mereció la pena tanto sufrimiento, tantos sinsabores, tantos dias sin gloria, tanto frío, tanta lluvia, tanta espera, hasta llegar a aquél bendito día.
Y después, salió el sol del Depor y todavía hoy sigue brillando con fuerza.
Que siga así por muchos años. Amén.